Causas y Tratamientos del Acné - Clínica Bayon

Causas y Tratamientos del Acné: Guía para un Cuidado Efectivo de la Piel

Pide tu cita

Causas y Tratamientos del Acné: Guía para un Cuidado Efectivo de la Piel

El acné es una de las afecciones cutáneas más comunes, afectando a millones de personas en todo el mundo, especialmente durante la adolescencia y la adultez temprana. Sin embargo, su impacto puede prolongarse en la vida adulta, lo que lo convierte en un tema relevante en el campo de la dermatología. Hoy exploraremos las principales causas del acné, las opciones de tratamiento tópico, los tratamientos profesionales, así como cuidados de la piel y consejos de estilo de vida para saber cómo combatirlo eficazmente.

 

1.-Entendiendo las Causas del Acné Acné adulto y hormonal: Lo que necesitas saber

Acné adulto y hormonal: Lo que necesitas saber

El acné se produce cuando los folículos pilosos de la piel se obstruyen con células muertas y sebo, una sustancia aceitosa que ayuda a mantener la piel hidratada. Esta obstrucción crea el ambiente idóneo para la proliferación de bacterias, lo que puede llevar a la inflamación y la formación de granos.

Aunque la dieta, el estrés y el estilo de vida en general pueden influir en la aparición y evolución del acné, el factor fundamental y necesario que determina su aparición es la influencia de las hormonas androgénicas (hormonas masculinas) sobre la glándula sebácea. Esto hace que aumente la función sebácea, se incremente la producción de grasa que colapsa la salida del folículo pilosebáceo, haciendo que aparezcan lesiones retencionales (comedones abiertos y cerrados o puntos negros y blancos) y posteriormente inflamación (granos rojos).

Esa influencia hormonal excesiva es fisiológica y esperable durante la pubertad y hace que aparezca acné vulgar en el 85% de los adolescentes. ¿Y en acné hormonal adulto? En este tipo de acné, que suele aparecer sobre todo en mujeres a partir de los 25 años, también existe esa influencia hormonal, pero en este caso no es una influencia hormonal fisiológica o esperable, sino que es una influencia hormonal alterada y patológica. Esa influencia hormonal puede estar enmarcada dentro de un cuadro de hiperandrogenismo (veremos aparecer otros síntomas como aparición de vello facial, caída de pelo, reglas irregulares en algunos casos…) o tratarse de una influencia más localizada y que aparezca solo acné.

Tal vez previamente te han realizado una analítica hormonal en la que no se vieron alteraciones y te han dicho que todo estaba bien. Bueno pues has de saber que una analítica hormonal sin alteraciones no descarta que exista esa influencia hormonal exagerada, ya que las hormonas androgénicas pueden estar siendo producidas en la piel o que no estén aumentadas y simplemente el receptor de los andrógenos sea más sensible de lo habitual y con un nivel normal de andrógenos en sangre, éstos estén actuando en exceso.

Las causas del acné pueden ser diversas y a menudo incluyen:

  • Cambios hormonales: Los niveles fluctuantes de hormonas, especialmente durante la pubertad, el ciclo menstrual, el embarazo y el uso de anticonceptivos, pueden estimular la producción de sebo.
  • Factores hereditarios: La predisposición genética juega un papel importante; si tus padres sufrieron de acné, es más probable que tú también lo experimentes.
  • Bacterias: La bacteria Propionibacterium acnes se encuentra en la piel de manera natural, pero cuando queda atrapada en los poros, puede causar inflamación y brotes.
  • Dieta: Aunque la relación entre la dieta y el acné no está completamente comprendida, algunos estudios sugieren que los alimentos ricos en azúcares y lácteos pueden agravar la condición.
  • Estrés: El estrés puede desencadenar cambios hormonales que, a su vez, pueden aumentar la producción excesiva de grasa (sebo) y empeorar el acné.
  • Cuidado de la piel inadecuado: El uso de productos comedogénicos (que obstruyen los poros) o la falta de limpieza adecuada pueden contribuir al desarrollo del acné.

2.-PRINCIPIOS ACTIVOS PARA TRATAR EL ACNÉ

Para abordar el acné, existen múltiples opciones de tratamiento tópico que se pueden utilizar. A continuación, destacaremos dos de los ingredientes más eficaces en la lucha contra esta afección.

 

2.1 Ácido Salicílico y Peróxido de Benzoilo

Alfa y beta-hidroxiácidos: Los más empleados son el ácido glicólico (AHA) y el ácido salicílico (BHA). Ambos producen una exfoliación química de las capas más superficiales de la piel, en concreto la capa córnea. Con su uso la piel se verá más luminosa, lisa y homogénea, reduciendo así la apariencia de las cicatrices.

El ácido salicílico es un beta-hidroxiácido que ayuda a desobstruir los poros y reducir la inflamación. Es especialmente eficaz para el acné leve a moderado y es un componente común en limpiadores y tratamientos tópicos.

Por otro lado, el peróxido de benzoilo es un agente antibacteriano que combate la bacteria *Propionibacterium acnes*, responsable de la inflamación del acné. Este tratamiento se

presenta en diversas formulaciones, desde geles hasta cremas, y es ideal para los brotes más severos.

 

2.2 Retinoides

Los retinoides son derivados de la vitamina A y se utilizan en el tratamiento del acné debido a su capacidad para acelerar la renovación celular y prevenir la obstrucción de los poros. Los retinoides tópicos, como la tretinoína, son especialmente eficaces para el acné inflamatorio y no inflamatorio. Además, ayudan a mejorar la textura y el tono de la piel, lo que los convierte en una opción atractiva para quienes buscan no solo tratar el acné, sino también mejorar la apariencia general de su piel y prevenir el envejecimiento.

El uso de retinol a concentraciones adecuadas mejorará la calidad de la piel y la apariencia de las cicatrices, al transformar la epidermis y estimular la producción de colágeno y elastina en dermis. La textura de la piel se verá más homogénea y uniforme, mejorando la atrofia y el eritema de las cicatrices.

A nivel tópico los retinoides son una fabulosa opción pero, pero por si solos no van a llegar a controlar el acné. Son un añadido más en nuestra rutina.

También se pueden tratar con antibióticos orales, fármacos con efecto antiandrógeno y/o isotretinoína.

 

3.-Tratamientos Profesionales para el Acné

Si bien los tratamientos tópicos pueden ser eficaces, en algunos casos es necesario recurrir a tratamientos profesionales para obtener resultados más significativos.

Tratamientos de acné en clínicas especializadas e Hydrafacial®

Una adecuada limpieza profesional con una correcta extracción de comedones, puede ser de gran ayuda en el tratamiento del acné, tanto en casos leves, como en casos más avanzados. Ahora bien, conviene realizarlo en centros profesionales con personal autorizado que controle cómo se realiza el tratamiento de limpieza y evitando la manipulación o extracción mecánica que dañe la piel, sobre todo si hay lesiones inflamatorias, pues podría empeorarlas.

En este caso, el tratamiento específico para acné de Hydrafacial es el más acertado para tratar este tipo de alteración cutánea ya que tiene una amplia gama de principios activos donde poder elegir.

 

Tratamientos tópicos:

  • Retinol y Alfa y beta-hidroxiácidos.
  • Isotretinoína. En pacientes en los que esté indicado el tratamiento con isotretinoína oral, no solo mejorará el acné, sino que atenuará las cicatrices ya formadas. Siempre bajo prescripción y supervisión médica una vez diagnosticado.
  • Terapia con láser o luz
  • Rellenos como el ácido hialurónico reticulado es especialmente útil en el manejo de cicatrices atróficas. A través de la inyección de una pequeña cantidad de ácido hialurónico bajo la cicatriz conseguiremos elevar la misma mejorando así su apariencia, con resultados que habitualmente duran uno o dos años.
  • Antibióticos y medicamentos orales: En casos más severos, un dermatólogo puede recetar antibióticos o incluso isotretinoína (Accutane) para tratar el acné desde el interior.

 

Otros procedimientos:

  • Peeling químicos
  • Microdermoabrasión: La técnica del microneedling se basa en la creación de microcanales en la piel utilizando distintos dispositivos. La formación de estos microcanales de hasta 1,5 mm de profundidad ayudará a la creación de colágeno y elastina, además de mejorar la penetración de los activos que se apliquen durante el procedimiento potenciando su acción.
  • Remedios naturales para el acné: Algunas personas encuentran alivio en remedios naturales como el aceite de árbol de té, el aloe vera o las mascarillas de arcilla, que pueden ayudar a calmar la piel y reducir la producción de grasa pero siempre consultándolo con un profesional.

 

3.1 Terapias con Láser

Las terapias con láser han ganado popularidad en la dermatología estética por su capacidad para reducir el acné y minimizar las cicatrices. Estas técnicas utilizan luz específica para destruir las bacterias del acné y reducir la producción de sebo. Algunos láseres también ayudan a suavizar la textura de la piel, haciendo que las cicatrices sean menos visibles.

Una de las clasificaciones que podemos hacer es:

Láseres ablativos:

Los láseres ablativos como por ejemplo, el CO2, producen una notable mejoría en las cicatrices atróficas de acné. La realización de microcolumnas de ablación estimulará la cascada inflamatoria y posterior reparación cutánea con un incremento en la producción de colágeno y elastina. Además, a través de estos canales se pueden aplicar fármacos como corticoides tópicos en el tratamiento de cicatrices hipertróficas, lo que se conoce como vehiculización de fármacos asistida por láser.

Aunque este tipo de láser requiere un tiempo de recuperación mayor a otros no ablativos, sus efectos en el tratamiento de cicatrices son mayores.

Por otro lado, los láseres no ablativos producen microcolumnas de calor, sin llegar a alterar o dañar la epidermis. Estas zonas de coagulación estimularán la reparación cutánea a través de la producción de colágeno y elastina. Aunque sus efectos no son tan notables como los láseres ablativos y habitualmente requieren más sesiones, su principal ventaja radica en un mínimo tiempo de recuperación post-procedimiento.

IPL, láser vascular:

La luz intensa pulsada (IPL) y los láseres vasculares como el láser de colorante pulsado ayudarán a mejorar aquellas cicatrices de acné eritematosas. Teniendo como pigmento diana el color rojo de la hemoglobina, provocarán una coagulación y posterior desaparición de la microvascularización subyacente a estas cicatrices, ya sean atróficas o hipertróficas.

Los láseres ablativos calientan y vaporizan la piel, lo que implica que van a aparecer pequeñas costras tras el tratamiento. Sin embargo, los no ablativos, calientan la piel sin vaporizarla (respetando la superficie) y por lo tanto sin hacer costras, solo generando eritema o inflamación

En que basarnos a la hora de elegir uno u otro lo decidirá el profesional que vaya a tratarte valorando tu caso de manera totalmente personalizada.

 

3.2 Peeling Químicos

Los peeling químicos son tratamientos que implican la aplicación de una solución química sobre la piel para exfoliar las capas superficiales o algo más profundas dependiendo de la concentración de éste y promover la regeneración celular. Este procedimiento nos ayuda a eliminar las células muertas de la piel, de los poros y reducir la apariencia de cicatrices de acné.

Existen peeling domiciliarios y peeling que debe realizarte un profesional en cabina. Los hay superficiales, medios y profundos.

Los peeling de ácido glicólico, ácido salicílico, PRX entre otros, son muy beneficiosos para la piel.

En conclusión, hablar de peeling químicos es hablar de renovación celular, mejor dicho, de la aceleración de este proceso natural. Este ciclo completo dura 28 días aproximadamente en pieles jóvenes y libres de cualquier patología.

¿Cuáles son los beneficios de un peeling químico?

  • Mejora la hiperpigmentación.
  • Ayuda a retirar células muertas de la superficie cutánea.
  • Aporta suavidad a la piel.
  • Desobstruye y afina el poro.
  • Mejora tanto la textura como el tono de la tez.
  • Potencia la renovación celular.
  • Permite una mayor absorción de los principios activos.

 

4.-Remedios para el Acné

Una adecuada preparación de la piel con un gel limpiador, un tónico que mantenga el correcto nivel de grasa que necesita tu piel y exfoliante físico y/o químico, puede resultar de gran ayuda en el control del acné para estabilizar la epidermis, reforzar la función barrera, para que la piel se mantenga tolerante e hidratada, y activar la función celular (gracias al retinol), logrando mejorar el funcionamiento y estructuras cutáneas, y así comenzar también a tratar y mejorar el daño textural y cicatrices que puedan haber quedado. Lo ideal es acudir a un buen profesional y que bajo un diagnóstico personalizado de tu piel o tipo de acné te realice una rutina cosmética para casa pero pueden ayudarte estos consejos:

  • Limpieza facial regular: Lava tu rostro dos veces al día utilizando un limpiador suave que contenga ácido salicílico o peróxido de benzoílo para eliminar el exceso de grasa y las impurezas. Tener una toalla solo para ti y para esa zona es muy importante. Así como cambiarla semanalmente para alcanzar una buena higiene. Lo mismo pasa con la funda de la almohada, cambiarla semanalmente nos ayudará a mantener la zona limpia. Es muy importante darle la importancia necesaria a la higiene en cualquier alteración de la piel pero con pieles acneicas o con tendencia a, me atrevería a decir que el doble. Sin convertirlo en una obsesión.
  • Hidratación: Hidrata tu piel con un hidratante ligero, no comedogénico evitando así obstruir los poros.
  • Protección solar: Usa protector solar a diario, ya que algunos tratamientos para el acné pueden hacer que la piel sea más sensible al sol y además si ya tienes cicatrices, manchar la piel.
  • Exfoliación: Exfolia la piel una o dos veces por semana para eliminar las células muertas, pero evita el uso excesivo de productos abrasivos. Ten cuidado con el tipo de gránulo que tiene tu exfoliante físico ya que algunos junto a un movimiento excesivamente energético por nuestra parte puede ocasionar microlesiones en la piel. Asegúrate de que las esferas de tu exfoliante físico son redondas. Un exfoliante que siempre se recomienda en cabina porque respeta bastante el tejido es el exfoliante con microcristales Polish de Zo Skin Health.
  • Maquillaje no comedogénico: Si usas maquillaje, elige productos etiquetados como no comedogénicos o en textura en polvo para minimizar el riesgo de obstruir los poros aunque una buena limpieza de la piel después de todo un día de trabajo te hayas maquillado o no, siempre será la base de cualquier tratamiento.
  • Conoce tus niveles de vitamina D: El hecho de que se sintetice en la piel y la relación que tiene con la actividad del sistema inmunológico y los procesos inflamatorios ha provocado que se estudie su efecto sobre patologías dermatológicas tan diversas como el acné, la rosácea, la psoriasis, la alopecia, el vitíligo, la dermatitis atópica, etc

En todas ellas se registra una carencia de vitamina D y en la mayoría se ha observado que los pacientes con deficiencia de esta vitamina tienden a presentar cuadros más severos o empeoramientos en el curso de la enfermedad o alteración que los que tienen un nivel normal.

De hecho, para algunas de estas patologías se ha establecido la recomendación de determinar el nivel de esta vitamina y valorar la suplementación con vitamina D para mejorar el pronóstico de la enfermedad.

 

5.-Cuidados de la Piel con Acné

Controla los factores influyentes. Aunque la influencia hormonal es el factor fundamental y necesario en el desarrollo del acné, existen otros factores que también influyen secundariamente y cuyo control nos facilitará una mejor evolución de la alteración. Aquí entran la dieta, el estrés, el sueño, el alcohol y el tabaco y la influencia de la microbiota intestinal. Deberemos tenerlos en cuenta y mejorar el estilo de vida en su globalidad para facilitar un mejor estado de salud de piel y global.

  • Alimentación equilibrada: Incluye frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables en tu dieta. Limita el consumo de azúcares y lácteos si notas que agravan tu acné.
  • Hidratación: Beber suficiente agua es crucial para mantener la piel hidratada y favorecer la eliminación de toxinas.
  • Ejercicio regular: La actividad física no solo mejora la salud general, sino que también ayuda a reducir el estrés, un factor que puede contribuir al acné.
  • Sueño adecuado: Asegúrate de dormir lo suficiente, ya que la falta de sueño puede alterar el equilibrio hormonal y empeorar el acné.
  • Manejo del estrés: Practica técnicas de relajación como la meditación o el yoga para reducir el estrés y, por ende, los brotes de acné.

El acné es una afección compleja que requiere un enfoque integral para su manejo y prevención. Desde la comprensión de sus causas hasta la elección de tratamientos tópicos y profesionales, así como la implementación de cuidados de la piel y cambios en el estilo de vida, cada paso es crucial en la lucha contra el acné. Si bien puede ser un desafío, con el conocimiento adecuado del profesional y la constancia, paciencia y compromiso por parte del paciente con respecto al tratamiento es posible lograr una piel más saludable y libre de imperfecciones. Consulta siempre con un dermatólogo y/o con tu especialista (terapeuta, esteticista especializado) que deberán trabajar en sinergia para personalizar tu tratamiento y obtener los mejores resultados en tu cuidado de la piel.

En Clínica Bayón, estamos comprometidos con ofrecerte tratamientos estéticos de alta calidad y personalizados para satisfacer tus necesidades específicas. Si deseas más información sobre el Hydrafacial o nuestros otros servicios, no dudes en contactarnos. ¡Estamos aquí para ayudarte a lograr una piel clara y saludable!

Compartir post


×